Ciudad tán húmeda como la pasión,
bestialidades que no entendemos,
aire pesado como los pecados de la ciudad,
una necesidad de encontrarte en los ojos de alguien, no importa quien.
Tocarte en la carne de otros, sentir el calor de un ser vivo,
la sangre que corre, y me quema con los secretos que me niego a revelar,
muchachito no sabés con quien estás, no tenés la mas puta idea,
si supieras te escaparías llorando, o te quedarías para siempre,
si supieras te entregaría mi vida.
Tocarte en la mente de otros, buscarte inutilmente en las caricias de otros,
podria tener algo que ver con mi soledad,
la historia es mi soledad, tus besos son mi soledad,
sus besos son mi tortura, y mi condena a verte siempre en todos lados,
en todas las aglomeraciones de esta ciudad condenada,
entre cientos de caras iguales sin futuro y sin estilo,
en miradas vacías, en emprendimientos neutros, corazones dibujados.
He visto la soledad, la siento en mi pecho, el la austeridad de los sentimientos,
en lo llano de todo lo que me rodea, todo igual, todo un desierto en la ciudad condenada,
húmeda como el pecado, oliendo a condenación,
camino entre los muertos como siempre,
buscándote, perdido en la perfidia de los sentimientos,
en el dolor de estar contigo en mi mente y en ningún lugar mas,
extrañando tu cuerpo, a mi lado, la promesa de no llorar,
grito , y grito al aire,
aún te busco.
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